por Mary Baker Eddy
Hoy en día, así como a principios de siglo cuando estos escritos fueron publicados por primera vez, este tomo presenta un conmovedor mensaje de esperanza y promesa para aquellos que anhelan demostrar, para ellos y otros, un sentido mayor de libertad, vitalidad y utilidad.
¿Por qué en estos tiempos es más importante aún que la humanidad conozca y acepte a un solo Dios? ¿Cómo puede una comprensión de Dios unir a los hombres y a las naciones? ¿Qué parte tiene en la curación un sincero comportamiento moral?
De manera lógica y enérgica, Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, guía al lector hacia un camino progresivo y ascendente, a medida que ella levanta el velo de misterio de esas importantes preguntas y de otras. A través de estos mensajes, se entreteje la hebra de un amor que es tierno y que nutre, amor que está profundamente arraigado en la clara comprensión que tuvo la Sra. Eddy de que Dios es Amor.
Los cuatro mensajes de Mary Baker Eddy a La Iglesia Madre, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Massachusetts, fueron pronunciados como sermones en distintas ocasiones. Cada uno de ellos fue posteriormente publicado. Individual y colectivamente, hablan de la eficacia sanadora del cristianismo científico y el progreso que naturalmente resulta de la obediencia a un único Dios universal, la fidelidad al Primer Mandamiento, y el amor abnegado por la humanidad tal como lo enseñó Cristo Jesús.
Su mensaje para 1898 a La Iglesia Madre, La Ciencia Cristiana en contraste con el panteísmo, explica de qué manera el Primer Mandamiento proporciona el fundamento de la Ciencia Cristiana y su enseñanza de que un único Dios universal cuida del hombre.
Su Mensaje a La Iglesia Madre para el año 1900 aborda los efectos fortalecedores y sanadores del cristianismo genuino, que surgen a través de la obediencia a Dios y el amor por la humanidad cómo enseñó el Maestro, Cristo Jesús.
Su Mensaje a La Iglesia Madre para el año 1901 ofrece puntos de vista acerca de la naturaleza de la infinitud de Dios; Cristo; el pastor de la Iglesia de Cristo, Científico; la medicina; y otros temas importantes para la práctica de la Ciencia Cristiana hoy en día.
Su Mensaje a La Iglesia Madre para el año 1902 analiza en profundidad el Primer Mandamiento, la naturaleza de Dios como Amor infinito, y el mandamiento de Jesús de amarse unos a otros, enseñanzas fundamentales que siguen siendo imperiosas en la actualidad.